miércoles, septiembre 07, 2005

 

¡Ponte algo, Henry!

"No te olvides la toalla cuando vayas a la playa..."
Puturrú de Fuá






Hacer turismo histórico por estos lares es difícil si pensamos que este país tiene apenas 200 años y que los propios australianos no empezaron a darse cuenta del valor de preservar la historia hasta mediados del siglo XX. Hasta entonces muchas de las ruinas tenían un tufillo que les recordaba el estigma de su origen, su pasado como colonia penal y no hicieron mucho por salvar lo que quedaba. Afortunadamente hoy las cosas han cambiado y hay algunas cosas que merece la pena visitar.

Algunas de ellas se encuentran en la ciudad de Parramatta, que con el (poco original) nombre de Rose Hill fue fundada poco después de Sydney, ambas a orillas del mismo río, y elegida como el lugar donde llevar a las presas. Pero este pequeño asentamiento (que muchos años más tarde recuperaría su nombre original) tambien albergó algo mucho más importante para los primeros colonos, la primera granja experimental en el Down Under; porque a los ingleses, con tal de quitarse a los presos de en medio, no se les ocurrió pensar en mandar agricultores o gente de campo, sino que mandaron presos un tanto al azar, sin mirar por las necesidades del asentamiento. Resultado: una hambruna de órdago durante los primero años.

Para paliar esta situación el gobernador Arthur Phillip (primer mandamás de la nueva colonia) creó en Rose Hill una granja experimental en tierras cercanas al río Parramatta, mucho más fértiles que las de Sydney, con el objeto de mejorar una situación que era tan drástica que los soldados y los presos recibían la misma escasa ración. Al mando puso a su sirviente Henry Edward Dodd. La situación con la comida no era para bromear y una noche de lluvia el amigo Todd salió sin hacer caso de su señora (ya me parece oirla... "¡pero ponte algo, Henry, que vas a coger una gripe!") a ahuyentar a unos convictos que le estaban robando los tomates y bueno, la historia no dice si pescó a los hambrientos presidiarios pero lo que sí pescó fue una buena neumonía y al poco tiempo falleció.

Su cuerpo descansa en el Parramatteño cementerio de Saint John, el segundo de Australia (el primero estaba junto a las barracas de los presos pero no se conserva), y la suya es la tumba más antigua de este país, datando de 1791. En aquellos tiempos no estaban para florituras, así que en la lápida tan sólo se puede a duras penas leer "H E Todd 1791", pero bueno, que no se queje, que por lo menos tuvo el honor de recibir primer funeral del país.


En este cementerio también se encuentran otras tumbas de miembros de la primera flota, unas mejor conservadas que otras y bueno, algunas, como esta, con su sentido del humor y todo ("Si yo tuve defectos, ¿quién no los tiene?").


Comments:
¿Has escuchado ya algún concierto de didgeridoo? ¿qué te ha parecido?
 
La verdad es que prácticamente todo lo que he escuchado ha sido acompañado de música electrónica. Desde los flipantes austriacos de Dub Aware Sound System, con el virtuoso Alex Mayer a la cabeza hasta las exhibiciones en el Centro Aborigen de Sydney. La verdad es que con ritmos de fondo, reverb y todo eso suena muy bien, pero a mí lo que me gustaría ir sería a una ceremonia ritual aborigen donde ellos tocaran su VERDADERA música, no la que venden de cara a los turistas.
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?